A alinearse toca

La sociedad civil suele alimentarse de tendencias que en ocasiones son pasajeras y no dejan de ser meras anécdotas. Sin embargo, en Odontología cuando aparecen suelen hacerlo sin limitación de tiempo, y esto tiene sus ventajas siempre y cuando sea realizado por profesionales bien preparados.

Empieza a haber una corriente en crecimiento sobre la utilización de los alineadores invisibles, de forma generalizada, con el fin de corregir el posicionamiento de los dientes.

Uno que ya lleva muchos años en la profesión tiene la capacidad y el conocimiento de valorar la evolución y transformación que ha sufrido la Odontología y en concreto la Ortodoncia.

Hace 40 años los tratamientos ortodóncicos eran casi exclusivos de pacientes infantiles; sin embargo, los estudiosos del tema fueron asentando el conocimiento biológico del movimiento dentario hasta llegar a la indicación en pacientes adultos.

Un avance importante, se ha producido con la utilización de los alineadores invisibles, cuya base de conocimiento requiere una formación específica en este campo. Lo que no es de rigor es que un tratamiento con resultados predecibles tenga que extenderse, por fines puramente comerciales, a todos los profesionales de la Odontología.

Parece que esta va a ser la tendencia, y obviamente será el paciente quien al final pague las consecuencias, porque en la odontología actual se prioriza más el coste económico que el paciente. A lo largo de muchos años pude ver las consecuencias de muchos tratamientos ortodóncicos, mal indicados y mucho peor ejecutados cuya repercusión fue la pérdida dentaria prematura.

Si a alinearse toca, espero que el mando recaiga en un especialista en ortodoncia, por que como decía Jesús (Mateo 22, , 15-22), "A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César".